San Juan y Boedo antiguo, y todo el cielo,
Pompeya y más allá la inundación;
tu melena de novia en el recuerdo
y tu nombre flotando en el adiós.
La esquina del herrero, barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.
Sur,
paredón, y después,
sur,
una luz de almacén.
Ya nunca me verás com me vieras
recostado en la vereda,
esperandote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las calles de Pompeya.
Las calles y la luna suburbana
y mi amor y tu ventana
todo ha muerto. Ya lo sé.
San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya, y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.
Nostalgias de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó,
pesadumbre del barrio que ha cambiado
y amargura del sueño que murió.
Sur,
paredón, y después,
sur,
una luz de almacén.
Ya nunca me verás com me vieras
recostado en la vereda,
esperandote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las calles de Pompeya.
Las calles y la luna suburbana
y mi amor y tu ventana
todo ha muerto. Ya lo sé.
Letra: Homero Manzi
Música: Aníbal Troilo
1 comment:
Precioso, Stella... este ¿tango? me trae a la mente la cálida voz de Susana Rinaldi.
Gracias y besos.
Alfonso
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