Friday, July 29, 2005
Cantar de los Cantares
1:2 ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. 1:3 A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es como ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman. 1:4 Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman. 1:5 Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón. 1:6 No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé. 1:7 Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros? 1:8 Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, Ve, sigue las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores...
MACEDONIO FERNANDEZ
Amor se fue; mientras duró
De todo hizo placer.
Cuando se fue
Nada dejó que no doliera.
Carilda Oliver Labra
Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin querer, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.
Thursday, July 28, 2005
EL MAR
Como en un lecho me tendí en el mar.
Hechizada por musgos y por linos
tuve acoso de brazos peregrinos
que me echaban las ondas al pasar.
Contra mi carne se batió el azar.
El agua -furia, vértigos y vinos-
se entretenía con los bordes finos
de mis caderas, blancas de esperar.
Entonces: grave, pálido, insereno,
llegaste como llega siempre el mar
y tu mirada me rompió este seno.
Ni Dios mismo nos pudo separar:
cuando una ola te volvía ajeno
entrabas en mis piernas con el mar.
C.O.L.
Wednesday, July 20, 2005
CARILDA OLIVER LABRA
"¿A quién le doy tantas caricias que sobraron,
aquellas que olvidé ponerte sobre el pecho?"
Friday, July 15, 2005
EL LIBRO DE LOS CHICOS ENAMORADOS
Poema del enamorado de Alicia, la del País de las Maravillas
Vive en un libro de cuentos;
lo abro y me meto en él.
Todas las noches la encuentro
en su casa de papel.
Pero ni me mira Alicia.
No sabe que, enamorado,
por llegar a su caricia
quisiera ser dibujado.
Un monigote de líneas
trazadas por un pincel,
para vivir con mi niña
en su casa de papel.
Mis ojos, dos verdes pintas;
por sonrisa, algún manchón
y una gotita de tinta
tiñendo mi corazón.
Pero soy de carne y huesos
y me quedo en las orillas
de ese amor —por siempre preso—
en país de maravillas...
El libro vuelve al estante.
Yo vuelvo a la realidad
y me llevo por delante
la noche y mi soledad.
Elsita Bornemann
Tuesday, July 12, 2005
EL LIBRO DE LOS CHICOS ENAMORADOS
Aviso clasificado
Busco una casita
con cinco ventanas,
por las que entre el mundo
cuando tenga ganas;
y que detrás de ellas
se abran los paisajes
cual si fueran magos
de distintos trajes.
Que tras una, el sol
arda el año entero;
que tras otra llueva
de diciembre a enero;
que la nieve dance
contra la tercera
y que —amplia— la cuarta
sea una pecera.
Y que por la quinta
—la última ventana—
¡vea tu carita
toda la semana!
ELSA BORNEMANN
El libro de los chicos enamorados
Canción marinera
Yo me amarro
cada día
al marcito de tus ojos,
niña mía.
Puerto verde;
derrotero
donde su libertad pierde
mi velero.
En tus ojos
—bienamada—
donde flota a la deriva
mi mirada.
En tus ojos
marineros,
donde olean mis amores,
prisioneros.
ELSA BORNEMANN
BUENOS AIRES, BUENOS AIRES...
Y la ciudad ahora es como un plano
De mis humillaciones y fracasos;
Desde esta puerta he visto los ocasos
Y ante este mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana, aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
El fruto que le debe la mañana;
Aquí mi sombra en la no menos vana
Sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
Será por eso que la quiero tanto.
J.L. Borges
Monday, July 11, 2005
ELSITA BORNEMANN
Romancito de todos los colores
Blanca cuando te encontré.
Cuando te miro, rosada,
o —de sol entre los ojos—
te pones anaranjada.
Azul azul cuando ríes
te vuelven las carcajadas
y tu sonrisa es celeste,
fruta negra en la mirada.
Juegas de verde o violeta;
si sueñas, otra vez blanca.
Grisecita cuando lloras,
por lluviosa y por nublada.
No sé por qué me pareces
amarilla cuando callas,
como si sombra de trigo
sobre ti se reflejara.
Sólo me falta encontrarte
colorada colorada:
será cuando con un beso
yo te tiña, enamorada.
ELSA BORNEMANN
Si yo fuera un gato
Si fuera un gato,
por tu tejado
me alunaría,
enamorado.
Y trenzaría
mimbres de luna
para amarrarme
junto a tu cuna.
A tus pies
siempre
ronronearía;
mi golpe de ala,
niñita mía.
Si fuera un gato
desenfadado
y no un chiquillo
avergonzado.
Si fuera un gato
cascabelero
te maullaría
cuánto te quiero.
Friday, July 08, 2005
Thursday, July 07, 2005
Buenos aires de tus amores
A la cruz de tus ojos, en madrugada,
se pierde el mal
Un nuevo día es tanto
que hace bien y que salva
Te vi bailando sola
entre exceso y discreción,
buscando historia, juntando años
Sobre mí se abre tu flor de humedad
En muchos de tus lugares
con el amor no alcanza
Hasta un buen corazón
puede perder la calma
Dame de lo que puedas,
o se perderá para siempre
Todo lo que cayó ardió dos veces
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino,
duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido
El tiempo y el agua que tiene hoy este río
aún no pudo apagar tanto fuego caído
Vicios de sociedad
que está esperando un milagro
Algunos los que van, otros clavados al barro
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Se van juntando almas,
símbolo de un sueño que nace
Tantos años de lucha,
por tus rincones y calles
Prisionero fugaz que está con vos y con otra
Boca roja de tango que me provoca
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino,
duende de un destino
Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido .
Leon Gieco
ELSIE BORNEMANN
Canción para saber cómo es la gente
¿Qué dirá la gente
si por las veredas
salgo a pintar gallos
con mis acuarelas,
si beso al florista
por tantos jazmines,
o a mis siete gatos
les tejo escarpines?
¿Qué dirá la gente si
—con tantas ganas—
sumo otro domingo
a cada semana,
si crío un canguro
dentro de mi casa
o enciendo fogatas
sobre la terraza?
¿Qué dirá la gente
—que en todo se mete—
si en el subterráneo
salto el molinete,
si suelto tu nombre
desde un campanario
y que yo te quiero
publico en el diario?
Arbol
Lloro
No paro de pensar.
Aquel momento me dijiste:
"Es solo una amistad".
Y luego vino el golpe duro.
Es todo un gran error.
Aún recuerdo tu mirar.
La esquina se nubló,
y hoy ya no recuerdo nada.
El aire mudo está.
El techo trata de escapar.
Tu cara frente a mi,
miro la taza y piensó.
¿Cómo salir de acá?
Y creer que esto no pasó.
Y volver a reír,
y olvidar el dolor.
Llora mi corazón.
Que vuelva a ser
como era antes
de decirnos todo. Espero
Cicatrización.
¡Ya no aguanto más
esta tortura!
tengo que creer de nuevo.
Camino la ciudad
cada rincón que miro
y me acuerdo de tu amor
nunca se sabe cuando acaba
Esa facinación,
que pinta todo de color.
Manual para el amor
y un cerebro nuevo .
Llora mi corazón
que vuelva a ser
como era antes
de decirnos todo.
Espero cicatrización
ya no aguanto más
esta tortura tengo
que creer.
"No paro de pensar
solo una amistad".
Andrés Calamaro
Flaca
Flaca,
no me claves tus puñales
por la espalda tan profundo
no me duelen, no me hacen mal
lejos en el centro de la tierra
las raíces del amor
donde estaban quedarán.
Entre "no me olvides"
me dejé nuestros abriles olvidados
en el fondo del placard del cuarto de invitados
eran tiempos dorados, un pasado mejor.
Aunque casi me equivoco y te digo
poco a poco, no me mientas
no me digas la verdad, no te quedes callada
no levantes la voz, ni me pidas perdón.
Aunque casi te confiese que también
he sido un perro compañero
un perro ideal, que aprendió a ladrar
y a volver al hogar para poder comer
Flaca,
no me claves tus puñales
por la espalda tan profundo
no me duelen, no me hacen mal
lejos en el centro de la tierra
las raíces del amor
donde estaban quedarán.
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